La historia de amor entre un padre y su hijo llega a las pantallas de la mano de C.R.A.Z.Y

El canadiense Jean-Marc Vallée dirige esta comedia dramática que obtuvo en Gijón cuatro premios
25 de diciembre de 1960: Nace Zachary Beaulieu, cuarto de cinco hermanos. Vive en el seno de una familia muy tranquila de los extrarradios, con una madre afectuosa y un padre un poco huraño, pero orgulloso de sus chicos. Es el principio de una bonita infancia en la que se suceden las navidades y los cumpleaños con el eterno solo del padre cantando «Emmène-moi au bout de la terre» (Llévame al fin del mundo), de Aznavour, las sesiones de lavado del coche al aire libre y las visitas a un merendero con Zac, el favorito de su padre.
Así empieza C.R.A.Z.Y., el relato de un niño, y luego el de un adolescente diferente que renegará de su naturaleza más profunda para no perder el amor de su padre.
Un retrato de familia que describe la vida a menudo extraordinaria de gente ordinaria en búsqueda de la felicidad.De 1960 a 1980, rodeado de sus hermanos, de Pink Floyd y los Rolling Stones, entre las vueltas en moto para impresionar a las chicas, los porros fumados a escondidas, las grandes y pequeñas discusiones y, sobre todo, un padre al que intenta volver a encontrar con desesperación, Zac nos cuenta su historia. Con música y rebeldía, con mucho humor, con un viaje a Jerusalén, «al fin del mundo» como cantaba su padre, donde quizá encuentre, por fin...
C.R.A.Z.Y., una historia de amor entre un padre y un hijo, una fábula mística llena de fantasía acerca de la belleza, la locura y la poesía del alma humana.
Entrevista con Jean Marc Vallée
C.R.A.Z.Y. cuenta las alegrías y las tristezas de una familia de los extrarradios durante unos 30 años y, sobre todo, la dificultad que tiene un padre para aceptar la diferencia de su hijo Zachary. ¿Tiene elementos autobiográficos?
Me inspiré libremente en la vida de François Boulay, el coguionista, y de los recuerdos que tiene de su padre y de sus cuatro hermanos. Durante la escritura del guión, quise alejarme un poco de sus experiencias personales. Los elementos referentes a la identidad sexual se acercan más a él, mientras que los conflictos internos religiosos y las experiencias de una familia de clase media son más representativos de mi juventud.
En el tratamiento, especialmente en cuanto a los sueños del niño y a la narración, C.R.A.Z.Y. recuerda a Léolo, de Jean-Claude Lauzon, ¿está de acuerdo?
Antes de empezar el rodaje, siempre decía que esta película era mi pequeño Léolo. Es verdad que hay ciertas analogías, sobre todo en lo que se refiere a los sueños y a la familia. Tuvimos que reducir el lado fantástico por requerimiento de Télé Canada ya que consideraban el proyecto demasiado ambicioso. Pero los sueños son esenciales en la historia porque, a través de ellos, Zachary puede escaparse, saciar sus imaginaciones y vivir su ambigüedad.
Las escenas familiares están compuestas por mucha gente. ¿Es una complicación añadida tener que dirigir a tanta gente a la vez?
Sí, así es. Es muy complicado dirigir a todos al mismo tiempo. La primera escena que rodamos fue la fiesta de Navidad con unos 50 extras. Todos hablaban a la vez, era muy difícil dirigir a los actores. Encima, me puse enfermo, estaba convencido de que todo iba fatal. Una semana más tarde, ya lo vi más claro. Una vez acabada la película, puedo decir que fue un rodaje único, realmente excepcional. Todos los miembros del equipo tomaron la película como propia y querían que fuera grande.
Los 60 y 70 son buenos años para rodarlos.
Desde luego. Los de mi generación se ponen nostálgicos cuando ven C.R.A.Z.Y. Recuerdan ese periodo despreocupado en el que todo parecía permitido. Es una película que habla de nuestra infancia, de nuestra juventud. Pero tampoco quería que se hiciera demasiado hincapié en que era una película de «época». Ante todo, quería que fuera realista y llena de vida. En ese sentido, me parece que C.R.A.Z.Y., además de ser un himno a la vida y a la tolerancia, es una película muy actual.
Habla de tolerancia. Zachary, el personaje principal, tiene problemas por culpa de su orientación sexual. ¿Cree que la película puede ayudar a la causa de los jóvenes gays que tienen dificultades para asumir su situación o para que les acepten su familia y sus amigos?
Ojalá pueda. Algunos adolescentes se suicidan porque un medio hostil les impide aceptar su orientación sexual. Me sentiría feliz si la película abriese un debate o, al menos, hiciera reflexionar sobre este tema y se ayudara a estos jóvenes.
4 Comments:
Una película maravillosa sobre la dificultad de las relaciones humanas en el seno de la familia. El amor, la búsqueda de la identidad, los conflictos familiares, las drogas y el pasar de los 70, entre otros, son los elementos de un tapiz lleno de música y color.
Jo, no he vist sa pel·li, però crec que ha de ser digne de veure, pel que sembla no és la típica pel·li familiar, ja que té parts dures, però que segons sembla és un reflex de la vida d'uns anys enrera (molt sovint pens que encara no hem evolucionat gens amb aquests temes). Si tenc l'opornitinat l'aniré a veure!!!!
Aquell mon per sort ja no es el q vivim la gran majoria... encara queda ... però pas a pas fem cami... no?
La peli molt molt xula... La càrrega pseudo religiosa que du al darrere podriem discutir-la , però suposse que retrata a la societat de Quevec en aquells anys (i la nostra, em tem q podria anar un poc per ahi tb)
zelo intiresno, hvala
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